Guerrero

El bailaor Eduardo Guerrero (Cádiz, 1983) pone en pie su nuevo espectáculo, Guerrero, que lleva por título su polisémico apellido y que sigue una trayectoria iniciada siendo apenas un niño y con espectáculos como De Dolores o El callejón de los pecados. En esta ocasión, el bailaor se centra en su relación con las mujeres; su madre, sus amantes, sus amigas, en ese territorio límite en el que la sentimentalidad convive con la sensualidad, pero supera ambas temperaturas vitales, hasta encontrar un puente entre géneros y sexos. Escoltado por el cante de Pasión Vega y con las guitarras de Javier Ibáñez y Benito Bernal, presenta un larguísimo abanico de estilos: desde una saeta inicial a los cuplés de despedida, atravesando un amplio desfiladero de malagueñas, fandangos, rondeñas, granaínas, verdiales, bulerías por soleá, polos, nanas, seguiriyas, serranas, tangos, zambras y alegrías. Toda una antología interpretada con acento propio por Guerrero, que se convierte en una alegoría de su propia concepción del mundo y del espectáculo, con un claro vencedor de esta epopeya: el baile flamenco.