Cultura para todas las personas

Rocío Tato: «Soy actriz, y también sorda, no quiero etiquetas que limiten lo que soy. No soy una excepción, soy parte del cambio»

Rocío Tato: «Soy actriz, y también sorda, no quiero etiquetas que limiten lo que soy. No soy una excepción, soy parte del cambio»

Conversamos con la actriz, Rocío Tato, sobre su visión de la inclusión de los artistas sordos en el teatro y en el mundo audiovisual. Aquí, nos habla sobre su carrera, sus principales referentes y  las barreras que aún tienen que sortear los actores y actrices sordos para hacerse eco en el panorama cultural.

¿Cuál dirías que es la principal dificultad que surge entre los actores y actrices sordas a la hora de participar en un proyecto actoral?

La mayor dificultad es la falta de accesibilidad desde el principio. No se suele contar con intérpretes de lengua de signos en los ensayos o castings, y muchas veces ni siquiera se adaptan los métodos de trabajo. Además, cuando me invitan a un evento, entrevista o proyecto como actriz, casi nunca gestionan un ILSE (intérprete de lengua de signos), y siempre dicen que no tienen presupuesto o subvención. Esa es la excusa más común. Creo que, si una empresa o programa quiere realmente contar conmigo, también debe asumir la responsabilidad de que pueda participar en igualdad de condiciones. Si soy yo quien pide asistir o formar parte de algo, entonces sí, me encargo de gestionar un intérprete. Pero si me invitan, deberían cubrirlo ellos.

¿Consideras que el sector de las artes escénicas continúa excluyendo a actores y actrices con discapacidad auditiva y/o sordera?

Sí, sigue habiendo mucha exclusión. La accesibilidad no está integrada en la mayoría de los procesos creativos. Se sigue viendo a las personas sordas como algo “aparte”, y no como artistas con el mismo derecho a estar en un escenario o frente a una cámara. Aún falta conciencia y compromiso real con la inclusión.

¿Hay algún país dentro o fuera de la Unión Europea, que creas, es un referente en términos de inclusión en la producción y distribución de artes escénicas?

Sí. El IVT (International Visual Theatre) en París es un ejemplo muy inspirador: hacen teatro visual con lengua de signos y artistas sordos de forma profesional. También en Noruega y Suecia hay proyectos donde la accesibilidad está integrada y donde hay más apoyo institucional para que los artistas sordos participen plenamente.

¿En qué escuelas te has formado para dedicarte a la actuación?

No he podido formarme en una escuela profesional de interpretación, aunque me encantaría. El motivo es económico: no solo hay que pagar el curso, sino también el intérprete de lengua de signos, ya que los centros no lo cubren. Eso hace que estudiar actuación en igualdad de condiciones sea casi imposible. Aun así, he participado en varios talleres y formaciones independientes para seguir aprendiendo y creciendo como actriz.

¿Cuáles son tus principales referentes en la actuación y por qué?

Marlee Matlin y Troy Kotsur son un gran referente para mí. Ambos son actores sordos, ganaron un Óscar y les abrieron muchas puertas gracias a su talento. También admiro a artistas que combinan lengua de signos, expresión corporal y teatro visual, porque muestran que la comunicación va más allá del sonido. Me inspiran las personas que rompen barreras sin perder su esencia.

Ganaste premios en el Festival de Cine Internacional de los Premios Lorca de Granada y en los Premios FICARQ de Madrid por tu rol en “Pura y Alma” de Rafael Amargo. Esta obra aborda los límites del amor y los desafíos de la discapacidad y la maternidad en parejas LGTB Q +. Hace poco, la película “Sorda” también abordó estos temas. ¿Crees que la industria audiovisual se está abriendo paso a contar las realidades de las personas con discapacidad?

Está empezando, pero de forma muy lenta. “Pura y Alma” fue un proyecto valiente que hablaba de discapacidad, maternidad y amor dentro del colectivo LGTBQ+. También películas como “Sorda” ayudan a visibilizar nuestras experiencias. Pero aún son casos puntuales. La industria necesita abrir más espacios y normalizar nuestras historias. **

¿Qué piensas sobre el hecho de que la mayoría de los personajes que encarnan artistas con discapacidad en el cine y el teatro, sean personajes que tienen discapacidad en la trama? ¿Crees que hay una tendencia a limitar el tipo de personajes interpretados por artistas con discapacidad?

Eso limita mucho. Las personas con discapacidad podemos hacer cualquier personaje, no solo aquellos donde la discapacidad es parte del guion. Podemos interpretar héroes, villanas, doctores, madres, lo que sea, como por ejemplo Lauren Ridloff que actúa de superheroína en una película de Marvel. Lo importante es el talento, no la condición. La inclusión de verdad es cuando podemos formar parte de cualquier historia.

 ¿Estás participando en algún proyecto teatral o audiovisual en este momento?

De momento, estoy cerrando una colaboración en un cortometraje para finales de 2025 principios de 2026, pero nunca se sabe si surgirán más proyectos en este tiempo.
Es cierto que ahora estoy más centrada en cine y cortometrajes, que es lo que más me gusta. No descarto el teatro, pero aún estoy buscando proyectos donde se valore el lenguaje visual y se apueste de verdad por la inclusión.

¿Qué consejo le dirías a actores y actrices jóvenes sordos o con discapacidad auditiva que estén interesados en dedicarse a la actuación?

Que no se rindan. Que confíen en su talento y en su forma única de expresarse. Que se formen como puedan, que busquen talleres, experiencias, y sobre todo, que no esperen a que alguien les dé permiso para ser artistas. Nuestra voz también es visual, y merece estar en escena.

¿Cuál es tu lema como actriz?

Soy actriz, y también sorda. No quiero etiquetas que limiten lo que soy. No soy una excepción: soy parte del cambio. Que me vean por mi talento, no por mi condición. Porque ser actriz es lo que soy, así de poderoso, así de simple.

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