Terra baixa

¡Si lo que yo quiero es irme con él, con mi marido, arriba, siempre montañas arriba, hasta donde no encontremos a nadie que se ría de nosotros! Si aún encontrásemos a alguien, si incluso las risotadas llegaran a la cumbre de la más alta de las montañas, si aún alguien subiera desde aquí abajo para reírse de un hombre porque ha perdonado a una mujer arrepentida que quiere volver a ser honrada, nos iríamos aún más arriba, más, porque yo le amo, y allí donde está Dios no se reirían, no, de los que aman y perdonan.» Àngel Guimerà Terra baixa, el clásico de los clásicos del teatro catalán, en una nueva lectura. La pasión enloquecida y ciega, siempre presente en las tragedias de Guimerà, arrastra a Sebastià hacia Marta. Recogida del barro, ella acepta de buen grado la posesión. Hasta que llega Manelic, un ingenuo salvaje, lleno de vida, que la va transformando gradualmente. Marta se sentirá embrutecida y decidirá salvarse a través del amor fresco y virginal de un Hombre Nuevo.