Conversamos con la actriz Miriam Garlo, protagonista de «Sorda», película a estrenar en cines españoles el 4 de abril que se adjudicó el Premio del Público de la sección Panorama en la 75 edición de la Berlinale. Una película que aborda los desafíos de la maternidad entre una pareja compuesta por una mujer sorda y un hombre oyente. Aquí, Miriam nos comenta sobre su lucha por la visibilización de los artistas sordos, la falta de accesibilidad en la industria cultural y sus principales referentes.
¿Cómo surge el paso del cortometraje de Sorda en 2021 al largometraje que se estrena en cines este 4 de abril?
Cuando rodamos el corto y posteriormente el público pudo verlo, la mayoría de los comentarios eran que se habían quedado con ganas de saber más. Por lo que la directora Eva Libertad, mi hermana y yo, nos dimos cuenta de que había interés real y muchas ganas de que profundizásemos en la historia. Eso nos llevó a plantearnos hacer un largometraje que nos permitiera adentrarnos en detalles y complejidades tanto temáticas como psíquicas y emocionales de los personajes. Además, por otro lado, poder trabajar con mi hermana es un regalo porque ya tenemos muchos trabajo de base hecho, al compartir referentes en cuanto a personajes, películas, formas de trabajar, etc. y porque personalmente, trabajar con Eva Libertad para mí supone trabajar en un espacio seguro donde se cuida la accesibilidad y el respeto por encima de todo.
¿Qué se siente ser la primera actriz sorda en protagonizar una película española?
Me siento muy contenta, un poco abrumada por la situación, pero también muy satisfecha. La pulsión inicial de hacer esta película es artístico-activista, hasta ahora yo había abordado la sordera desde la fotografía, la pintura, el teatro o la performance. Pero no soy ni la primera artista sorda ni la primera actriz sorda que está luchando por visibilizarnos, por profesionalizarse y reivindicar nuestra presencia y participación en la esfera cultural. Con esto, lo que quiero decir es que soy la primera actriz sorda que gracias a tener una compañera oyente directora, mi hermana, se me ha concedido la oportunidad de protagonizar una película, pero hay muchas actrices sordas y actores sordos como Ángela Ibáñez, Carlos Soroa, Rocío Tato o Marc Blauk y otros, que desde el teatro o el cine estamos trabajando con el mismo objetivo, visibilizar diversos tipos de sordera y reivindicar la lengua de signos con el fin de que ser sorda o sordo se normalice y se acepte socialmente.
¿Cuáles son las principales dificultades que ves en España para que los actores y actrices con discapacidad sean representados en el cine y el teatro?
El primer tópico con el que nos tenemos que enfrentar es con que somos personas Sordas o sordas, pero nunca mudas, hablamos en función del apoyo que hayamos tenido, del contexto en el que nos hayamos desarrollado, de nuestra trayectoria vital o de nuestro derecho a decidir, pero tenemos voz. El problema principal es la falta de accesibilidad o el sin fin de barreras comunicativas que tenemos que sortear las actrices sordas y actores sordos para poder trabajar en el medio, que es consecuencia de la falta de información, sensibilización y conocimiento por parte de la comunidad oyente al respecto. Por ejemplo, las actrices y actores sordxs no podemos profesionalizarnos si no contamos con intérpretes en cursos de formación, si las escuelas, plataformas o instituciones no promueven la adaptación y la búsqueda de alternativas para acceder en igualdad a nuestro derecho de ser, estar y participar en la sociedad. Para esto es necesario que se apliquen políticas empáticas y no capacitistas, que repartan bien los recursos para que las personas sordas recibamos el apoyo necesario que nos permita acceder a espacios creativos y profesionales, que lleguen guionistxs, directorxs, productorxs, etc. sordxs, a los espacios de poder desde donde se proponen personajes e historias donde la sordera habite de forma transversal o puntual. Otro ejemplo, las actrices sordas y actores sordos se nos dificulta aprender, evolucionar y construirnos si no podemos acceder a las películas del cine español. Yo tengo que esperar un año o más para poder ver películas que son referentes en nuestra industria, nunca puedo verlas en el cine al mismo tiempo que mis compis oyentes, porque no tienen subtítulos. Igualmente, siguen siendo muy puntuales las obras de teatro que incorporan lengua de signos, intérpretes o subtítulos en escena.
¿Crees que ha habido un cambio en términos de reconocimiento y sensibilización hacia el colectivo de personas sordas en España?
No, lamentablemente todavía no. Creo que en otros países como Francia, Alemania o Estados Unidos las personas sordas viven mucho menos estigmatizadas que en España, están más normalizadas y respetadas, creo que en España todavía falta mucho por avanzar en cuanto a esto. Necesitamos más representación y más intérpretes que hagan accesibles espacios cotidianos como colegios, institutos, universidades, ayuntamientos, etc. y en ámbitos de poder, para poder participar y asistir a eventos en instituciones como charlas, congresos, conferencias, etc.
“Sorda” aborda los miedos frente a la maternidad entre una pareja formada por una mujer sorda y un hombre oyente. ¿Crees que la comunidad sorda se ha sentido identificada con los motivos en los que ahonda está película? ¿Por qué?
-Mi hermana, Eva Libertad, hizo una investigación en la que se reunió con diversas madres sordas que le contaron sus experiencias reales acerca del embarazo, parto y crianza, fue tomando notas y añadiendo o descartando detalles que facilitaran construir la historia que queríamos contar, esos aspectos han quedado reflejados en la película de una u otra manera, por lo que creo que sí, el público sordo y especialmente muchas mujeres sordas quizás puedan sentirse identificadas al conocer que Ángela, el personaje que yo interpreto, disfruta de un grupo de amigas y amigos sordxs, es feliz, alegre y le gusta su trabajo, pero al llegar la maternidad tiene miedo, dudas, desconexión, sus necesidades cambian, siente culpa, se siente sola, incomprendida, frustrada, etc., su relación mixta era sana hasta la llegada de la criatura, pero empiezan a surgir grietas entre ambos. Queríamos construir un personaje de una mujer sorda real y compleja, con muchas capas de profundidad, como lo somos todos los seres humanos.
¿Cuáles son los principales tópicos con los que lucha la comunidad sorda actualmente?
El primer tópico con el que nos tenemos que enfrentar es con que somos personas sordas o sordas, pero nunca mudas, hablamos en función del apoyo que hayamos tenido, del contexto en el que nos hayamos desarrollado, de nuestra trayectoria vital o de nuestro derecho a decidir, pero tenemos voz. Por otro lado tenemos la gran suerte de compartir un tesoro que es nuestro idioma natural, la Lengua de signos. Aunque en cada país se llama de una manera diferente, aquí en España es Lengua de Signos Española o Catalana, hay que nombrarla bien y querer nombrarla bien para difundir un buen conocimiento. En esto los medios de comunicación tienen mucha responsabilidad, ya que colaboran en educar a la ciudadanía. Por último, desde el ámbito audiovisual, escénico o cinematográfico a las actrices sordas y actores sordos nos toca bregar con la idea de que nuestra condición de discapacidad nos limita a la hora de construir personajes, esta es una creencia muy arraigada en el público, si eres sorda, estás haciendo de ti. Nada más lejos de la realidad, nadie se plantea que una actriz oyente esté haciendo de ella misma en una peli u obra de teatro. Esto es algo que me molesta personalmente, porque invisibiliza nuestra formación, nuestros recursos para construir otras identidades y no se valora nuestro trabajo como el del resto de actrices o actores sin diversidades funcionales.
En marzo de 2023 se publicó el Real Decreto 193/2023 de accesibilidad que obligará a los espacios públicos y privados (de manera gradual) a incorporar medidas de accesibilidad como subtitulado, audiodescripción y sistemas de ayuda auditiva. Sin embargo, no mencionan la incorporación de intérpretes de lengua de signos en el teatro. ¿Por qué crees que aún no se considera como prioritario incorporar esta medida de accesibilidad?
Todavía es algo que no puedo entender. Me parece que el acceso a la cultura es tan importante como a la comida, el trabajo o el descanso. Todo ser humano necesita acceder a una dimensión simbólica, poética e imaginativa para desarrollar todas nuestras capacidades cognitivas. Es un derecho para poder vivir, de modo que no entiendo las políticas que consideran la presencia de intérprete como un lujo o algo de lo que se puede prescindir. Creo que denota falta de empatía y honestidad, porque cualquier persona puede ser sorda en cualquier momento de su vida o tener familiares que lo sean, y la idea es construir una sociedad que implique y abrace a todas y todos, no que rechace o abandone a tu suerte.
¿Tienes referencias de actores o actrices con discapacidad auditiva que admires y/o que hayan sido importantes en tu carrera?
Admiro y sigo las trayectorias de muchas de mis compañeras actrices sordas y sordos, que ya he comentado anteriormente, todxs ellxs son referentes para mí. Y a nivel internacional me interesan los pasos de Marlee Matlin, Lauren Ridloff, Katie Leclerc o Troy Kotsur.
En el marco europeo, ¿Qué país crees que va a la vanguardia en términos de creación y exhibición de películas que incorporen a artistas con discapacidad sensorial?
Intento consumir todas las películas que abordan las diversas discapacidades existentes, prestando especial atención a la sordera. Sin embargo, no encuentro que ningún país europeo vaya en cabeza en cuanto a la visibilización de discapacidad sensorial.
¿Estás trabajando en un nuevo proyecto relacionado con la actuación actualmente?
Ahora mismo estoy centrada en la promoción de «Sorda», pero cuando acabe estoy abierta a nuevos trabajos en cine y teatro. Si no surgen, tendré que inventarlos y reinventarme de nuevo a mí misma.